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Padres

La figura de los padres en un campo de fútbol infantil

Cada vez que se ve a un joven actuar mal en un campo de fútbol, al igual que en el resto de situaciones relacionadas con la educación, se mira a los padres. El problema es que cuando miras a esos padres ves que sus hijos son reflejo. Los insultos, las amenazas o las agresiones de familiares en los campos de fútbol es cada vez más habitual, como si de un campo de primera división se tratase. Como si sus hijos fueran futbolistas.

Al deporte infantil se va principalmente, además de para hacer ejercicio físico, para adquirir unos valores personales que sirvan para mejorar la persona adulta que se será en un futuro y divertirse, algo imprescindible en los más pequeños. Se ve que muchos padres no entienden esto y se piensan que sus hijos se van a dedicar al fútbol y se van a ganar la vida con ello. Algo muy complicado en éste deporte.

A lo largo de los dos meses y medio que he estado documentándome he asistido a bastantes partidos de categorías inferiores, con el fin de observar la actitud de padres, niños, entrenadores y árbitros, además de ver el fútbol, que es algo que me encanta, excepto cuando se producen situaciones de conflicto.

Tengo que decir que nunca he visto dirigirse a un árbitro mal a ningún niño ni entrenador, sin embrago, ellos son los cabecillas de turco del mundo del balompié. Los insultos y correcciones por parte de padres es algo muy habitual, no en todos los padres, pero siempre ha alguno en un partido que tiene esta actitud.

Principalmente me llamó la atención uno de ellos que se encontraba apartado del resto y con dos hijos de unos 5 y 6 años a su lado. Me acerqué todo lo que pude para escuchar sus palabras. Él repetía mucho el nombre de Sergio que, como no, era su hijo. “Empújalo tú, aunque lo revientes” le llegó a decir el que debe de dar ejemplo. También hay que señalar que este padre en ningún momento se dirigió al árbitro.

Por otro lado, otro de los casos más me impactó fue, por las veces que lo he visto, el del “típico” grupo de unos cuatro o cinco padres que se cebaban con los árbitros. Insultos, “te estas cargando el partido” y correcciones eran continua, durante los noventa minutos. Respecto a la actitud con los niños, se comportaban como motivadores, animaban en todo momento. Mi mente en ese momento tenía las ideas claras. Son padres que ven la excusa de que su hijo no marque un gol y gane el partido en la figura del árbitro, que es el que los controla en ese momento, cayendo en la trampa de reflejar un comportamiento repugnante frente a sus hijos, los cuales acaban siendo reflejo en el campo con protestas y, en ocasiones, agresiones. Quiero señalar que, por suerte, no he visto ninguna agresión en un partido.

Pero a través de las redes sociales si vemos imágenes de aficionados agrediendo a un árbitro o peleándose entre ellos. La mayoría de las veces, las figuras involucradas en estas peleas son la de los padres, algo que es verdaderamente un problema y hay que erradicar.

Ni el padre que dice a su hijo que le dé duro ni los padres que insultan a los árbitros, ni mucho menos los que pelean, son un ejemplo para sus hijos. Porque acabaran siendo su reflejo dentro del campo y en un futuro, lo que es un error, ya que un niño va a divertirse, a hacer ejercicio y a adquirir unos valores positivos  para su futura vida.

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