Entrevista Isabel Martínez, psicóloga
La actitud de ciertos padres y entrenadores con sus hijos y jugadores en ocasiones es la menos adecuada. Como todos sabemos, los niños son esponjas que absorben todo lo que ven a su alrededor y más cuando supuestamente son sus ejemplos a seguir como es el caso de padres y entrenadores.
Si un niño ve los insultos de su padre o la mala forma en la que se dirige su entrenador hacia él o al árbitro ellos harán lo mismo. Esto puede influir negativamente al niño en su vida, ya que es un momento generacional donde se están aprendiendo valores y una educación.
Para saber más cómo afecta a la psicología del menor estas actitudes nos hemos entrevistado con Isabel Martínez, psicóloga de la UCLM.
Como ya sabemos, hay padres que asisten a las competiciones de sus hijos y actúan de segundo entrenador recorriéndose toda la banda, dando indicaciones a su hijo y al resto, protestando al árbitro… Pero, ¿puede un padre actuar como entrenador de su hijo?
Hay muchos padres que piensan que gritándole al niño y diciéndole lo que ha hecho mal y como mejorarlo acabará influyendo positivamente en el rendimiento de su hijo, pero nuestra psicóloga nos explica que puede ocurrir si se actúa así.
Entonces, ¿cómo pueden motivar los padres a sus pequeños?
Los padres cometen un gran error a la hora de valorar a los niños tras los partidos. El decirle qué fallos han cometido hace que los pequeños se sientan calificados a la hora de jugar, provocando en ellos nerviosismo y, por lo tanto, perdiendo la esencia de la práctica del deporte, donde lo principal para los pequeños es relacionarse y adquirir ciertos valores para el futuro.
La exigencia en un niño, deportivamente hablando, solo crea efectos negativos. No hay que exigirles, hay que apoyarles para que adquieran los valores de forma correcta y que éstos le sirvan para un futuro.
Uno de los mayores errores que comenten los padres es pensar que sus hijos son los mejores en el deporte que practican y que dicho deporte puede ser el futuro trabajo al que se dediquen.
Pero, ¿hay alguna manera de contagiar las ganas de superación de los más pequeños?
Entonces ¿cuál es la actitud que debe de tomar un padre frente a un hijo que practica cierto deporte?
Para terminar, Isabel Martínez ofrece varios consejos para que todos los padres tomen nota e intenten ayudar de la mejor forma a sus hijos sin perjudicarles de ninguna manera.